martes, 15 de noviembre de 2011

¡Muerte a los gestores de proyectos!

Y es que por lo general no son somos muy queridos, así que hoy hablaré desde el lado de «los malos».

Todos hemos oído hablar de esa figura que le amarga la vida al traductor dándole una fecha de entrega muy ajustada, que le paga poco o le pide descuentos y que luego, aún encima, se queja si la calidad de la traducción no es buena. Por si fuera poco, le envía ofertas de trabajo para luego, cuando el traductor confirma su disponibilidad, decirle que ya es demasiado tarde y que se va a encargar otra persona. ¡Qué poca vergüenza!

De acuerdo. En primer lugar, me gustaría explicar brevemente las tareas de un gestor de proyectos. Probablemente muchos las conozcáis, pero, si os soy sincera, yo no tenía mucha idea de este trabajo al acabar la carrera porque no siempre nos informan tan bien como nos gustaría. Ahora, gracias a las prácticas que estoy haciendo, lo conozco de primera mano y por ello me dispongo a comentar las cosas desde otro punto de vista.

El gestor de proyectos es el que da la cara ante los traductores y el responsable de cualquier error a ojos del cliente, de modo que su principal tarea consiste en hacer malabares. Sí, sí, malabares. Le dan cierto encargo de X palabras, fecha de entrega que hay que intentar cumplir a toda costa y presupuesto que más vale no sobrepasar. Puede parecer algo sencillo de buenas a primeras, pero lo cierto es que acaba dando quebraderos de cabeza importantes, sobre todo cuando es, por ejemplo, un encargo multilingüe a 10 idiomas. Una vez recibido el encargo, el gestor ha de realizar la segunda tarea más importante: gestionar. Gestionar significa varias cosas: calcular qué parte del presupuesto se asignará a cada fase del proceso de traducción, las fechas de entrega de cada una de ellas, revisión y preparación de archivos, glosarios, memorias de traducción, guías de estilo…

Cuando ya tiene todo preparado, el gestor se dedica a seleccionar traductores y revisores con un perfil adecuado para el encargo según la especialidad, experiencia previa, herramientas de trabajo, referencias positivas de encargos anteriores, tarifa, etc. y se pone en contacto con ellos. Aquí es cuando se complica el asunto, porque pueden pasar varias cosas:
a) Que no haya presupuesto suficiente para pagar la tarifa del traductor más apropiado.
b) Que el traductor te conteste que cobra más porque cuando se registró en la base de datos dio una tarifa al tuntún y ahora no le parece suficiente o porque ha decidido subirla sin avisar a la agencia para que actualice sus datos.
c) Que directamente no haya traductor apropiado (por ejemplo, para una traducción de un documento científico del Thai al alemán de Suiza).
d) Que te hayan encargado una traducción a un idioma de un país más allá de GMT+6, lo que implica la pérdida de un día porque no te van a contestar hasta sus horas de oficina.

(Las posibles soluciones, en futuras entregas).

Una vez superado el primer paso de colocar el encargo, no todo es hacer carreras de sillas con ruedas por la oficina, no. El gestor no se puede permitir el lujo de decir «uf, ya está» e irse de rositas porque en el momento menos esperado recibirá un correo del traductor diciendo que no puede abrir el archivo o que se acaba de quemar la mano y no podrá hacerse cargo del proyecto (verídico), o un correo del gerente de ventas diciendo que el cliente ha decidido hacer una modificación en el documento, u otro correo del gerente que le pasó un proyecto hace dos meses y viene preguntando dudas por parte del cliente de por qué se ha traducido esto así o asá.

Como veo que me estoy extendiendo más de lo previsto y que es un tema que da para rato, seguiré con esto en la próxima entrada y comentaré qué pasa cuando un encargo necesita maquetación, qué pasa cuando un traductor entrega tarde o devuelve una traducción o revisión de calidad dudosa, etc.

Solo de releer esto que he escrito, me he estresado. Si a vosotros también os pasa, ¡así os hacéis una idea de lo que es!

Y que conste que esto lo escribo desde el cariño y como traductora, pero también es necesario entender a los gestores de proyectos, aunque sea solo un poquito.

Lo dicho, más en la próxima entrada.

19 comentarios:

  1. ¡Hola Almudena!
    Yo he trabajado como gestora y como traductora y también conozco los dos lados. La verdad es que sí, gestionar un proyecto (especialmente si es grande, multilingüe y con formatos extraños) es como hacer malabares y más aún si te toca un jefe que en vez de dejarte hacer tu trabajo va lanzándote "pelotas extra" para dificultar el asunto (que si haz horas, que si baja la tarifa aún más, que si esta semana me voy a la Cochinchina de vacaciones y te cargo mi trabajo hasta que vuelva -¡y no me molestes que estoy de vacaciones!)
    Muchas veces me he sentido mal por exigir como gestora lo que me pedía mi jefe a mí. ¡No todos los gestores somos malas personas, algunos solo caímos en malas empresas! Y creo que parte de ese sentimiento de "no estoy haciéndolo bien" es lo que me empujó a dejarlo en el lugar en el que trabajaba.

    ¡Un saludo!

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  2. Yo llevo ya varios años trabajando como gestora de proyectos pero también soy traductora y coincido con tu opinión. Al igual que los traductores nosotros también tenemos que proteger nuestro salario, que no nos lo pagan si no hacemos las cosas bien y si no bajamos los costes de venta. La mayoría de las veces nos sentimos como los malos y no se tiene en cuenta la cantidad de trabajo que damos a diario a muchos traductores y que tenemos que gestionar muchos proyectos a la vez sin más ayuda que el ingenio y la conversación con el proveedor. Un puesto con poco reconocimiento y tachado de "maldito" de forma injusta. Gracias por el artículo.

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  3. Hola, Aetheria:

    ¡Gracias por el comentario! Pues sí, es difícil aunar las exigencias de las tres partes (agencia, colaboradores autónomos y clientes) y que todos queden contentos, la verdad.

    Yo de momento tengo una jefa que me ayuda en lo que puede, y también la entiendo a ella, tienen que estar pendientes de los proyectos que llevan todos sus gestores y tomar decisiones (yo al fin y al cabo le pregunto siempre que me surgen problemas).

    Pero lo dicho, es inevitable que alguna parte quede insatisfecha.

    Espero que, además de haber salido de donde estabas por no sentirte a gusto, hayas encontrado algo que con lo que sí te sientas cómoda ^^.

    Un saludo,
    Almudena

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  4. Hola, Sara:

    Por eso decidí escribir esta (y futuras) entrada(s), no hay muchos blogs donde se expliquen nuestras penurias... Una compañera mía quiere abrir uno para hablar de ello, a ver si se anima y lo pongo aquí para consolarnos entre gestores jajaja.

    ¡Muchas gracias por tu comentario!

    Un saludo,
    Almudena

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  5. Hola Almudena!
    En primer lugar, gracias por escribir esta más que interesante entrada y compartir tu experiencia con el resto de la tradusfera.
    Parecerá raro, o no, pero desde que fui a un congreso de Asetrad, y tras hacer varios "simulacros" en la carrera, mi ilusión es poder trabajar en un futuro como Project Manager (o gestor de proyectos). Se que es duro y que al final haces de todo menos traducir, pero en realidad, la presión, el negociar, el trato con las diferentes partes y su dinamismo, hacen que este trabajo me llame especialmente la atención.
    Por último te quería preguntar, ¿existe algún tipo de formación especifica o tienes simplemente que tener experiencia y una lista de contactos amplia?

    En fin, de nuevo gracias por escribir. Y te añado a la lista de mis blogs a seguir.

    Manu

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  6. Me muero de ganas de que nos cuentes el resto. Me ha sabido a poco :)
    He de confesar que soy de las que pienso que muchos gestores de proyectos no hacen bien su trabajo, pero hay de todo. Tengo gestores que son magníficos y siempre están ahí para ayudar. Otros apenas tienen contacto con el traductor y da igual que tengas problemas, nunca te contestan o, si lo hacen, te contestan cuando la hora de entrega está a punto de llegar...

    Aetheria, exacto, yo creo que no es el gestor en sí (aunque seguro que hay algunos que son menos útiles que otros), sino la empresa y la filosofía de empresa.

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  7. Manu: desde luego, si el estrés es lo que te va, vas a estar contentísimo. Y bueno, la verdad es que, aunque me queje y haya días que me gustaría mandar a todos a tomar vientecito fresco, no te voy a negar que es entretenido. Yo al haber entrado para prácticas solo pedían la carrera y buen nivel de inglés, pero he visto ofertas en Infojobs en las que se busca gestor y no piden gran cosa, depende de la empresa. Unas piden experiencia previa en un puesto similar y otras no, pero que yo sepa no existe ningún tipo de formación específica para esto.

    Curri: no te voy a decir que todos los gestores hacen bien su trabajo, eso es como en todo, y no voy a justificar a aquel que nunca contesta las dudas y que le importa todo un pimiento mientras consiga su objetivo, pero los que intentamos hacer las cosas lo mejor posible (aunque nos equivoquemos, tengamos un día muy ajetreado y se nos olvide contestar algún correo, etc.) nos vemos arrastrados por esa mala fama un poco injustamente. Yo solo digo que no se puede generalizar y que también nos merecemos una segunda oportunidad si un día tenemos un día de perros y no nos portamos todo lo bien que deberíamos :P

    ¡Muchas gracias por pasaros por aquí!

    Almudena

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  8. Enhorabuena, Almudena, por la entrada, porque incluso te has quedado corta. Estaba seguro de que al final siempre la culpa final sería de la empresa/agencia para no variar, y aunque muchas veces es así, en otras no lo es. Confluye un gran número de variables que tienen vida propia: mala empresa, mal gestor, mal traductor, mala gestión, mal cliente, mal día, mala revisión, etc. Puedes cambiar el adjetivo "mal" por el que más se ajuste a las necesidades de cada proyecto, pero no es el culpable siempre es lo mismo, sino que la cosa se reparte por igual. Ya es cansino que solo formen parte del "Eje del Mal" las empresas. Tengo que defender lo mío también... :-)

    De hecho tengo un ejemplo: llevamos un mes como mínimo probando a traductores nuevos en nuestra empresa, y la proporción es de uno bueno por cada 15 o 20 no tan buenos (elige cualquier adjetivo desde "mediocre" a "pésimo"...). Y lo alto o bajo de una tarifa desgraciadamente no asegura una calidad alta o baja... Si en una empresa no se preocupan por ello, tienes que añadirle después la pericia o experiencia del gestor, del director de Producción, del gran jefe, etc. y la mezcla puede ser explosiva...

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  9. Hola, Juan José:

    Muchas gracias por tu comentario. Efectivamente, hay que admitir que todos somos humanos y cometemos errores, seamos gestores, traductores autónomos, directores de la empresa, etc., pero supongo que si algo sale mal, lo fácil es echarle la culpa al otro.

    Lo que comentas de los traductores que estáis probando es preocupante. No sé si será porque, tal y como está la cosa, la gente se lanza a especialidades que en realidad no domina con tal de tener más trabajo, pero vaya, esto son conjeturas mías. ¡Espero que tengáis más suerte en futuras pruebas!

    Un saludo,
    Almudena

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  10. Lo de las pruebas es bastante frustrante y las razones, más alucinantes todavía: desde no pasar el corrector ortográfico —nada tan básico— hasta errores conceptuales de base en la interpretación de un texto o la incapacidad de analizar un sintagma nominal más o menos complejo que permita la traducción correcta. Entremedias, trúfalo con lo que se te ocurra...

    Hemos notado una bajada alarmante de nivel de preparación, lo que nos ha obligado a reforzar nuestros procedimientos de revisión. De hecho, una de las razones por las que hacemos el 80 % de nuestra producción dentro de la empresa es esa: controlar más la productividad y la calidad, e ir formando a nuestros traductores.

    En fin, vendrán tiempos mejores.

    Y es verdad: siempre miramos al otro lado, y en esta profesión sobre todo nunca nos miramos el ombligo, al menos lo suficiente... :-)

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  11. Hola a todos.

    Un placer hablar de esto; de lo nuestro, por fin.
    Yo soy Project Manager desde hace casi dos años en una empresa de Madrid con un volumen de trabajo importante. He de decir que, a pesar de el estrés y la dureza del día a día, a mí esto de "apagar fuegos" parece que me inspira. Creo que los PMs hacemos un trabajo muy importante en una empresa de traducción que, cuando se articula bien y se condimenta con un equipo responsable y capaz, se convierte en la columna vertebral de la empresa, ramificando cada cosa a su sitio y haciendo que al final, las cosas terminen saliendo bien. Es muy satisfactorio entregar un proyecto multilingüe, que se ha llevado a cabo en un plazo imposible y satisfacer los requisitos de calidad que demanda el cliente. Es difícil; pero no imposible. Así al menos lo veo yo; gracias eso sí al apoyo de una empresa que, más allá de los beneficios, respeta mucho, muchísimo esta profesión y a los profesionales que la ejercen. Con casi dos años de experiencia y un reciente ascenso (¡bien!) en el cuerpo, me gustaría compartir con todos que, en mi opinión, ahí está la clave; en respetar, cuidar,y a veces hasta mimar a los integrantes del equipo de traducción aportando material de referencia, compartiendo fuentes de formación, compartiendo las políticas de la empresa y a veces, llegando a sacrificar la parte meramente comercial en pro de la calidad; y en consecuencia, a favor del cliente.
    Un saludo a todos y mucho ánimo.
    Susana Pinilla.

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  12. Efectivamente, Susana: mejor no lo has podido definir. De hecho, si no cuidas a tu equipo interno, lo formas y compartes todo lo que puedas, no hay nada que hacer.

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  13. De verdad, muchas gracias por vuestros aportes.

    Espero que cualquier traductor activo que se pase por aquí y lea estos comentarios vea que no somos tan malos y que realmente nos preocupamos por mantener una buena relación profesional.

    Un abrazo,
    Almudena

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  14. Hola, Almudena:

    Acabo de descubrir tu blog a través de este post, que me ha parecido muy interesante.

    Yo soy gestora desde hace más de 10 años y a veces me siento como si hiciera encaje de bolillos, pero tiene sus recompensas. Yo creo que la clave está en tener presente que todos los eslabones de la cadena son importantes: que el cliente quede satisfecho es esencial, pero también lo es que el traductor interno o externo esté contento y quiera seguir trabajando contigo. En mi caso, pienso que el hecho de ser traductora me ayuda en este papel de gestora.

    En fin, espero que posts como estos hagan que se valore un poco más nuestro trabajo.

    Un saludo a todos,
    Raquel Burgos

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  15. Hola, Raquel:

    Gracias por pasarte por aquí. Desde luego tienes toda la razón, aunque, lamentablemente, muchas veces las condiciones para que todos quedemos contentos no se dan (depende de la empresa también, supongo), pero sería lo ideal. Seguiremos intentándolo...

    Un saludo,
    Almudena

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  16. Hola Almudena,

    enhorabuena por tu entrada. Yo estoy realizando un curso ahora de gestión de proyectos con el principal objetivo de entrar en este mundillo, ya que como traductora (y licenciada) me está costando mucho. Veo apasionante (aunque no discuto que en algunos casos debe ser agobiante) tener la responsabilidad diaria de gestionar proyectos que dependen de ti. La verdad es que cuando acabé la carrera desconocía completamente la existencia de gestores de proyectos y es algo que me tira bastante.

    Ya con ganas de leer más entradas sobre este tema :)

    Saludos,

    Mireia

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  17. Hola, Mireia:

    Gracias por pasarte por aquí. En la carrera la verdad es que no dan información sobre este trabajo. Se habla mucho de ser traductor en plantilla o autónomo, de ser intérprete, pero nada de gestor de proyectos (ni de revisor, por ejemplo).

    Deberían hacerse sesiones de orientación profesional para los estudiantes de último curso en las que se contemplen al menos las salidas principales, y precisamente la de gestor de proyectos está en auge últimamente.

    No sabía que existiesen cursos de gestión de proyectos. Tengo un conocido interesado en este trabajo que me preguntó por cursos y no supe decirle, así que si no te importa compartirlo, se agradecerá =).

    Un saludo,
    Almudena

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  18. Pues estoy realizando el curso especializado en Traducción asistida por ordenador y gestión de proyectos de la UOC (Universitat Oberta de Catalunya). Es online y está bien. Un poquito caro pero está bien. Además de enseñarte a gestionar proyectos profundizan bastante en herramientas de traducción asistida como Trados, OmegaT que yo había tocado muy poco en la carrera o desconocía. Te dejo enlace del programa y objetivos:
    http://www.uoc.edu/masters/esp/web/informatica_multimedia_telecomunicacion/traduccion/especialitzacio/traduccion_asistida_gestion_proyectos_traduccion/objetivos_academicos.html
    Espero que sirva!
    Saludos!
    Mireia

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  19. Se lo haré saber a este conocido, ¡muchísimas gracias!

    Un saludo,
    Almudena

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